Sucede a menudo que en Twitter se propagan rumores y noticias falsas hasta tal punto que muchas veces se convierten en virales y en trending topic. Hace unos meses los medios de comunicación se hicieron eco de lo que al parecer fue una anécdota sin mayores consecuencias, pero que podría haber sido una crisis en redes sociales en toda regla. En abril de 2013, unos piratas informáticos sirios hackearon la cuenta en Twitter de la agencia de noticias Associated Press (@AP) y publicaron un falso tuit sobre unas supuestas explosiones en la Casa Blanca, en las que habría resultado herido el presidente de EEUU.
Apenas pasaron unos minutos antes de que @AP reaccionara cerrando la cuenta, suficientes para que se produjeran más de 5.000 retuits. En los tres minutos que siguieron a la publicación del tuit, los mercados de EEUU dieron credibilidad a la noticia y se produjo un auténtico caos. Aunque los valores se recuperaron poco después, según los datos publicados por Reuters, el tuit provocó pérdidas de hasta 136.000 millones de dólares en el índice Standard & Poor's 500. AP se vio obligada a emitir un comunicado, al igual que la Casa Blanca, desmintiendo la información.
Pese a su carácter anecdótico, este caso nos permite extraer varias conclusiones muy claras:
- El poder de la viralidad y el significado real de la inmediatez en Twitter. 3 minutos son suficientes para que actúen miles de personas en todo el mundo, con todas las consecuencias que ello conlleva.
- Antes de retuitar algo de estas características, conviene hacer cierto ejercicio de responsabilidad individual. ¿Sólo hay un único tuit sobre este tema? ¿Nadie cercano a la Casa Blanca ha tuiteado nada al respecto? ¿Hay algún otro tuit que hable sobre una actividad sospechosa en torno a la residencia oficial del Presidente? Si la respuesta es no…, entonces esto huele a chamusquina: espera 3 minutos antes de contribuir con tu grano de arena a desencadenar el caos. La credibilidad de Twitter también depende de un uso responsable de los ciudadanos.
- No son infrecuentes los casos de hackeos de cuentas en Twitter, de modo que convendría trabajar en un refuerzo de la seguridad de la plataforma.
- Twitter se beneficiaría mucho de una característica editorial: la posibilidad de publicar correcciones que se pueden conectar a un tuit que ya ha salido para evitar los efectos negativos y las repercusiones a largo plazo de noticias falsas o erróneas. Ahora, aunque elimines el tuit inicial, los retuits son vistos a su vez por miles de personas que nunca verán una retracción o aclaración del mismo.
¿Qué responsabilidad tenemos los ciudadanos en la credibilidad de Twitter? ¿Creéis debemos hacer un ejercicio de autorreflexión en este sentido?
Interesante reflexión. Ese uso responsable desde luego debería exigirse. Más aún si se cuenta con un gran número de seguidores a las espaldas. Son muchos los casos de rumores y falsas noticias motivados por esa especie de carrera por ser el primero. Como si de una exclusiva se tratara. Por ejemplo: Rafa Nadal anunciando la muerte de Mandela. Resulta rocambolesco. Luego se piden disculpas y se borra el mensaje, pero el daño ya está hecho. Lo de la posibilidad de retractarse, aclarar un tuit, o borrar todos los retuits ligados al tuit erróneo sería un gran logro.
ResponderEliminarCierto es que los usuarios deberíamos ser más prudentes a la hora de difundir informaciones en las redes sociales, sobre todo aquellas personas con un gran poder de influencia. Sin embargo, cómo desconfiar de una noticia procedente de un medio de comunicación reputado y con credibilidad? Que fueran los únicos en dar la noticia tampoco resulta tan extraño tratándose de uan fuente periodística que persigue la primicia...todo se produjo en 3 minutos! La ciberseguridad, es sin duda uno de los retos presentes de en el ámbito de las telecomunicaciones. Añadiría otro factor sobre el que reflesionar, y es la excesiva la dependencia en la tecnología. Según los responsables de Wall Street, la rápida caída ( y recuperación) de la bolsa se debió al efecto del mensaje en las transacciones automáticas y no a la acción humana.
ResponderEliminarEva Adrián Lara
Creo que Twitter es un campo al que muchos intentan poner puertas y esto no es posible. Es responsabilidad de periodistas y comunicadores la responsabilidad a la hora de publicar, la reflexión, contraste y verificación, pero hay que tener en cuenta que gran parte de los usuarios de Twitter utilizan esta plataforma por diversión o como punto de encuentro social y publicarán y darán RT a lo que les plazca, sin pararse a pensar. El gran fallo está en que un profesional difunda una información "anónima" sin contrastar, por muchos RT que tenga, y como ya ha pasado en demasiadas ocasiones.
ResponderEliminarA mí también me parece ridículo que un personaje relevante borre un tuit conflictivo, ya que sus miles de seguidores pueden haberlo guardado y sólo consigue un "borrado en falso". Me parece mucho más serio publicar una corrección unida al tuit en cuestión.
Recientemente he leído un artículo muy interesante, escrito por José Ramón Moratalla, abogado en el Departamento de Desarrollo Editorial del Grupo Francis Lefebvre, titulado "La responsabilidad jurídica por retweet" en el que el autor hacía un análisis y una reflexión acerca del alcance legal de la difusión de la información a través de Twitter y, en particular, de la peculiar forma de redifusión o republicación que supone el retweet (o retuit). La conclusión a la que llegaba y que comparto es que los usuarios de Twitter deberían conocer la herramienta perfectamente antes de su uso, lo que evitaría transmitir a la comunidad de internautas y usuarios de los nuevos medios de comunicación digital, el mensaje erróneo de que “todo vale si luego te disculpas en Internet”, es decir, haces uso de la “rectificación digital”.
ResponderEliminarEn este sentido, creo que deberíamos ser los propios usuarios de Twitter los que deberíamos concienciarnos de que entre los obligaciones que debemos marcarnos
en el uso de esta red, está la responsabilidad y la honestidad.